martes, 13 de febrero de 2018

Luna

Asciendes por un mar de nubes
Por un suspiro peregrino
Entre luz de luna.

Rozas mi alma al pasar
La rasgas
La herida, es profunda.

Llegas a la luna
Mi corazón sangra
Mi alma se desvanece

Te contemplo lejana
Te contemplo mía
En mi mar de soledad.

A lo lejos ansío tu mirada
A lo lejos ansío tu presencia
A lo lejos sangra la herida.

Trato de volar
Trato de llegar a ti

Trato de sobrevivir a esta herida. 

domingo, 27 de agosto de 2017

El encuentro.

Roberto entró de nuevo a la cueva con pasos vacilantes, de nuevo porque la última vez había sido ya hace años atrás, cuando encontró el misterioso telescopio con el que pudo ver a Samstra, a millones de kilómetros, en otra galaxia por primera vez. No olvidaba su esta experiencia, no olvidaba que fué en esa cueva donde escuchó la explosión a lo lejos, aquella que acabó con la vida de su familia, pero él ya no era el mismo, ya no era el joven ingenuo, habían pasado muchas cosas, había vivido demasiado en muy poco tiempo. Samstra sabía que él se acercaba, hacía miles de años que había sentido esa misma presencia, hacía miles de años que le esperaba y en cierta forma ella había hecho posible que él venga a encontrarse con ella ahora, no había mucho tiempo, ella podía pertenecer a una de las razas más avanzadas y poderosas de este lado del universo, pero incluso ella no era inmortal. Su naturaleza vegetal había hecho posible que enraice en el lugar, conectándose con toda la vegetación de su entorno, a través de esta conexiones podía sentir mucho más allá de lo que su confinamiento en esa cueva le permitía, había llevado al límite su bio regeneración genética, y sobrevivido por mucho a las expectativas de vida de su especie, pensar en él, pensar en salvar su civilización le habían dado la determinación de mantenerse con vida a pesar de todo pronóstico. 

Roberto se adentraba más en la cueva, su intuición le había guiado hasta ella, sabía que ese era el lugar preciso donde debía estar en ese momento, a pesar de la situación desesperada de la tierra el se sentía en paz, se sentía en el lugar correcto. Una vez más escucho como hacia años un murmullo, aunque esta vez era distinto, era como si el viento cantara, como si las hojas de un árbol compusiesen una canción, pudo escuchar en su mente todos dulces y continuos que no podría comparar con otros sonidos que el había escuchado, en ese momento no podía comprender realmente sólo podía sentir.

Samstra había llegado a la conclusión de que el haber conocido a Roberto hace miles de años atrás tenía un sentido más profundo que solo conocer a un ser en el cual no se podía dejar de pensar o  un ser por el cual se estaría dispuesta a recorrer galaxias enteras e incluso recorrer el tiempo, no era solo eso, ella sabía que que la supervivencia de su raza y de la raza de Roberto estaba en juego, para ella sus sentimientos eran lo más importante, pero no podía dejar de pensar en su planeta y en su civilización. Se había dado cuenta de esto hace siglos y se había estado preparando para este momento. 

En un punto dado Roberto tenía la certeza total de lo que habría de encontrar en la cueva, a pesar de que por un tiempo él mismo había negado sus recuerdos, tenía que ser, tenía que ser ella. Siguió avanzando y vio las luces como luciérnagas que vio hace años, de repente todo nació en el de nuevo, recordó el sueño que había tenido junto a Samstra años atras cuando encontró el misterioso objeto. 

Cansada, yaciendo en el suelo, al sentir a Roberto tan cerca, usó todas las fuerzas que le quedaban, absorbió toda el agua que pudo, sus hojas y adornos florales que eran parte de ella misma renacieron, tenía un halo de brillo al rededor, despues de siglos, se levantó de nuevo, sus ojos con brillos de amatista llameantes cobraron de nuevo vida, es lo que había esperado todos estos miles de años. 

Roberto entró a la camara donde estaba Samstra, la vió, ella lo vió, un golpe de emociones y recuerdos vinieron a la mente de Roberto, es verdad solo habían compartido un sueño, un largo sueño cuando sus mentes se fusionaron por el cristal que había encontrado en esa cueva años atrás, ella le extendió los brazos, emitía sonidos como melodías que solo se podían sentir, el tomó sus manos. 

Primero aparecieron juntos en un campo de flores, de colores suaves pero resplandecientes, en el cielo se podían observar galaxias y planetas como si estuviesen tan cerca que se pudiesen tocar. Ella lo guió de la mano, señalándole diversos planetas y estrellas, el parecía entender que ella le indicaba los sitios donde se encontraba su civilización, pudo reconocer algunas galaxias como Draco ; Osa Menor ; Pequeña Nube de Magallanes (galaxia satélite de la Vía Láctea) ; Gran Nube de Magallanes (galaxia satélite de la Vía Láctea), y por su puesto el planeta origen de la civilización de Samstra Mwanzo. No podía decirle palabra alguna, ella tampoco lo hacía, el solo podía sentir y pensar, ella lo entendía inmediatamente, de repente vio en el horizonte, sobre el campo de flores una nube negra que acechaba el firmamento. 

De repente se vio en planetas pertenecientes a la civilización de Samstra, eran arrasados por invasores, Roberto pudo ver como estos invasores con tecnología superior arrasaban planeta tras planeta de la civilización Flusón, al cual Samstra pertenecía, a pesar de ser una civilización muy avanzada y presente en miles de planetas y algunas galaxias, estaban siendo exterminados. En cierto punto Roberto notó que la nube se asomaba también a la vía lactea, en ese momento se dio cuenta, Samstra le estaba advirtiendo. Es verdad que en cierto punto los pacíficos flusonianos empezaron a defenderse e incluso pudieron hacer retroceder al invasor unos cuantos cientos de planetas, fueron heroicos esfuerzos, aprendieron mucho pero el enemigo parecía hacerse solo más fuerte y contra atacar con mayor fuerza, finalmente los flusonianos estaban confinados a unos pocos planetas, a pesar de no ser una raza emocional, Roberto pudo sentir un profundo dolor en Samstra. 

Luego de mostrarle lo que estaba pasando en el universo, Samstra y Roberto se sentaron en la pradera, y empezaron a contemplarse, el brillo de los ojos de Samstra, su forma, el tono de su piel vegetal y sobre todo su alma, a la cual había podido acceder a través del cristal, la amaba, y era innevitable, siempre lo supo, a pesar de todo ella siempre estaba presente en su mente y corazón, ella lo sentía y lo sabía, era tan transparente que lo único que podían hacer era vivir ese momento que sería a la vez el primero y el último en el cual se encontrarían, ella lo llevó de nuevo como hacía años a conocer su vida, desde que era una semilla, le mostró lo que había aprendido, y también en este breve encuentro pero alargado dentro del sueño que vivían, le dio pautas para interpretar los símbolos de su civilización, esto sería importante para ambas razas. 

El sueño duró pocas horas terrestres pero no podría decirse cuanto pasó en tiempo mental, podrían haber sido semanas incluso años, Samstra le enseñó muchas cosas a Roberto, el pudo en cierta manera interpretar el modo de vida de la civilización de Samstra y sobre todo presentir el peligro que se avecinaba sobre la tierra, además ya sabía lo que la anomalía que se iba formando atras de la luna era. Los enemigos empezaban a explorar la tierra. 

Ambos sabían que era el adiós, Samstra había usado todos los recursos posibles para poder sostenerse hasta este encuentro, no le quedaba más aliento de vida, de su interior sacó unos discos con brillo turquesa, se los entregó a Roberto, apoyó ambas manos en el rostro de roberto, se apoyó en su pecho y entre sus brazos dió su último aliento de vida. Roberto estaba en Shock, en ese momento no tenía consciencia de lo que había pasado y lo que habría de venir, abrazó el cuerpo de Samstra y de manera mecánica una lágrima corrió por su mejilla, al lado de los discos encontró dos semillas, las llevó a su pecho, recostó el cuerpo de Samstra, el mismo que se empezó a desvanecer, de repente cayó en cuenta, la había perdido para siempre, no pudo contener el llanto y si alguien hubiese estado cerca de la cueva, habría podido escuchar sus gritos. 

En otro tiempo y en otro lugar muy lejano a la tierra, el último planeta flusoniano estaba siendo invadido, era el último esfuerzo heroico de salvar lo que alguna vez fué una gran civilización. del hiper espacio surgen de repente naves con  un símbolo de un círculo azul, estas naves se dirigieron directo a los invasores, se ve como su armamento empieza a preprararse, los invasores son tomados por sorpresa, retroceden, las naves con el símbolo del círculo celeste descienden en el último planeta flusoniano, por ahora están a salvo. 



 



 






jueves, 24 de agosto de 2017

Muñecos de arena

Donde brilla la vida?
Cual es el instante que dura eternamente?
Que eternidad guarda el instante?
Cuáles son los pasos que dejan huella
En qué momento caemos en un abismo?

Como se mezclan los recuerdos y las cicatrices?
Cómo atravesamos este vórtice?
Qué respuesta podemos tener?

Tal vez somos muñecos de arena
de este torpe intento de la materia y energía
de entenderse a sí misma.


viernes, 9 de junio de 2017

Poema a la distancia

Trae el viento raudo
tu presencia desde lejos
lleva tus murmullos
y el olor de tu pelo

La suave llovizna
el reconfortante olor a tierra
trae recuerdos
de tus lágrimas, de las mías

El esplendor del sol
tu traslucido pelo
tu mirada ensimismada
el cuadro que guardo en el alma

El calor de tu presencia
el frío de tu ausencia
el tibio abrazo infinito
aquel donde nos prometimos

Brillantes días
interminables noches
todavía siento el dolor de tu ausencia
todavía miro las estrellas
esperando ver tu nombre.

miércoles, 26 de abril de 2017

Memoria

Somos memoria, memoria es de lo que está hecha la realidad. Somos un devenir constante de pasado, donde el presente es una partícula que tiende a lo infinitesimal. El pasado individual es lo que nos define de manera personal, consciente e inconscientemente, todas nuestras vivencias superficiales o intensas van moldeando lo que somos en el infinitesimal presente, sobre el material que nos ha dado la genética. La memoria que siempre es pasado hace que nosotros también seamos pasado, la memoria nos da consistencia, es nuestra sustancia más elemental.

Socialmente la memoria colectiva, la cultura nos define mediante las creencias colectivas, los ritos, las danzas, el conocimiento, la tecnología, el arte, la literatura, los mitos, nuestros héroes y villanos o al revés de acuerdo al momento histórico. La memoria colectiva es además, más resistente de lo que a primera vista parece, Alemania parece conservar su respeto a la institucionalidad desde tiempos de los líderes tribales, la religión no ha podido ser reemplazada completamente por otros dogmas políticos en países socialistas totalitaristas, el debate griego fué herencia del diálogo al que se vieron obligados los líderes de distintos territorios y que no podían dominar a los demás mucho antes de la Grecia clásica, la idea de los cultos órficos se ha expresado a lo largo de la historia, una de sus formas mas conocidas es el cristianismo. todos estos aspectos obvios y no tan obvios de la cultura son memoria colectiva, la que define las relaciones entre naciones es su pasado más que su presente, eso mantiene la cordialidad o la rivalidad entre los países, recurrimos a la memoria para saber a quien odiar y a quien apoyar, aspiramos de nuestra sustancia, que es memoria, que es pasado.

El presente ese momento efímero, es una proyección del pasado, somos títeres de los irresistibles hilos del ayer, nuestro nombre, nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras experiencias; siempre le rendimos cuentas, culto al pasado. El acervo de posibilidades de nuestras acciones personales, ha sido definido mucho antes que nosotros, ¿te enamoras?, el amor ha sido un invento o más bien un producto azaroso del desarrollo de la vida, hace 2500 millones de años surgió la diferenciación sexual en la vida, ese momento en un pasado distante se ha definido uno de los aspectos más importantes de nuestra vida: el amor, que podríamos llamar una fuerza de un pasado distante que nos azota. La materia de la que estamos hechos se ha fabricado en hornos de fisión nuclear: las estrellas, los materiales de los que estamos hechos son producto de estrellas de tercera generación, cuya explosión finalmente hizo posible un planeta como el nuestro y la vida, en un pasado distante del que solo los genes tienen memoria, pero que son parte de nosotros. Nuestro idioma, nuestros gustos musicales, la comida favorita, los enemigos y amigos de nuestra nación, todo ha sido definido antes que nosotros.

Las sombras en la caverna de Platón no eran figuras distorsionadas de un mundo ideal, eramos nosotros mismos, sombras, ¿qué reflejamos?, pues el pasado, nadie puede contemplar todo su pasado, porque va más allá de nuestra propia vida, se remonta al inicio del universo, es tan grande y con tantas posibilidades, nosotros solo somos la sombra producto del pasado, somos pedazos de esta memoria que es el universo, el universo a su vez se acuerda de las leyes universales, si se olvidase un momento, nos dispersaríamos en átomos y en pedazos de materia menores, existimos gracias a la memoria del unverso, y nosotros somos una pequeña expresión de esa memoria.

martes, 11 de abril de 2017

El Viaje

Un tren viaja hacia el sur, desde luego se aleja del norte; poco a poco el paisaje va cambiando, mientras hecha su columna de humo se puede ver por la ventana desiertos, lagos, ríos, selvas y llanuras. También se pueden ver personas de todo tipo, de todas formas de todos colores; sobre sus cabezas pueden verse pequeñas nubes de colores, algunas son grises, otras celestes, blancas, negras, rosadas, también las hay colores como metales, doradas, plateadas, incluso algunas van cambiando de color; el color parece indicar el estado mental y espiritual de las personas, el tono del color la edad.

Poco a poco y sin apenas percibirse, el paisaje sigue cambiando, claro ya se ha dicho que va cambiando pero esto es de una manera distinta; todavía el paisaje va cambiando y alternando entre desiertos, páramos y selvas, pero poco a poco las montañas van perdiendo algo de montañas, los desiertos son un poco menos desiertos, no están perdiendo sus formas en el caso de las montañas o el agua en el caso de los ríos, es como si las montañas perdieran su "montañidad", no digo esencia porque dejarían de ser montañas, esto apenas se nota.

El tiempo es uno de los marcos donde se desarrollan los sucesos, pero como alguien dijo es relativo, a veces se sucede sin darse cuenta, a veces cada segundo se torna agónico. Otro efecto muy importante del tiempo es su poderosa influencia en la memoria, no sólo la preserva, si así se puede decir, en realidad solo conserva ciertas ideas que aquí si podríamos llamar esenciales, el tiempo a veces las borra, pero lo que siempre hace es modificarlas, a veces acentúa los recuerdos dolorosos, a veces los minimiza, otras veces los ensalza o borra, convierte los momentos más felices en sueños y fantasías, que desde luego nunca sucedieron, aunque se basen en hechos reales. No obstante que el tiempo modifica las memorias basadas en sucesos, no es raro que veces se los invente, tenemos recuerdos que realmente nunca fueron así como hay recuerdos reales que ya no son; otra cosa que hace el tiempo es matar.

El paisaje sigue cambiando mientras el tren sigue yendo hacia el sur, cambia de las dos maneras mencionadas, todos los paisajes, objetos y personas, se han hecho un poco borrosas, no se que son las nubes que la gente tiene en la cabeza, ¿será por haber visto tantos paisajes que ahora se confunden un poco?, las montañas son montañas y un poco ríos, las llanuras un poco llanuras y un poco selvas, no son puntos intermedios, ni es una mezcla en proporciones como el agua y el aceite, solo puede decir que las montañas tienen un poco de ríos, la misma montaña no un río en la montaña, y que el mar empieza a tener un poco de desierto, sin hablar de la arena que trae en las profundidades. Recuerdo de repente algo que siento haber conocido muy bien pero de lo cual no puedo tener certeza, por la ventana veo una flor dorada, trato de recordar de donde ha salido el tren y por más que intento no puedo recordarlo, ¿qué dirección lleva este tren?.

Respirar, el aire entra a los pulmones, sale, vuelve a entrar, frío, se siente frío y un poco de hambre, eso siento, afuera hay luces imágenes, sombras solo eso, ¿quién soy?, ¿donde estoy?, siento movimiento, trato de comprender, pero... ¿donde estoy?, siento frío, siento, solo siento, afuera solo puedo ver una rosa dorada.

domingo, 1 de enero de 2017

Primero de Enero 2017

Hoy primero de enero de 2017, me desperté muy temprano, no pude dormir, ha de ser porque me quedé dormido temprano, tenía una invitación para cenar con una familia, yo tenía que llevar la cerveza pero como muchas veces, me quedé dormido bajo el efecto de un vino y una cerveza. Desperté a las 5 con mucha hambre y sed, fuí a la la feria temprano a ver si repartían puestos, pero parece que hoy nadie saldrá a trabajar, todo estaba vació y en la calle se veían los restos de lo que ha de haber sido una gran noche de fiesta para muchos, hasta podía imaginar la bulla al ver las serpentinas y las latas de cerveza botadas en el camino, mientras escuchaba solitarios cohetes que sobraron de anoche explotar. De camino de regreso a mi pieza me encontré con un vecino que caminaba borracho: "vecino no sea fanático, hoy no habrá feria!", gritó y me sacó una leve sonrisa. Vuelvo a mi pieza y tengo mucha hambre y sed, no tengo pan o algo que comer, todas las tiendas están cerradas, tampoco tengo vino o cerveza para adormecerme un poco. Me preparo un chocolate caliente, tendré que esperar hasta mas tarde para comer algo mientras escucho las notas melancólicas de un piano.